Esta área protegida lleva un largo proceso histórico de creación, iniciando con La delimitación realizada por la municipalidad de Santos Guardiola en enero de 1975, posteriormente fue ratificado por el Ministerio de Gobernación y Justicia el 20 de diciembre de 1977. Seguidamente la zona se declaró Parque y Refugio de Vida Silvestre mediante Decreto Municipal del 16 de octubre de 1978. Esto fue hecho a iniciativa de ciudadanos isleños y extranjeros residentes en ese Municipio e interesados en la protección de las cuencas hidrográficas, de la fauna y de especies amenazadas, así como por la importancia del bosque de Pino Caribe (Pinus caribaea).
A partir de 1991, un año después de la creación de BICA, se realizan las primeras acciones para el proceso de conservación y protección del área protegida. Con la ayuda del cuerpo de Paz se elaboraron perfiles de proyectos con el fin de obtener financiamiento para la delimitación y demarcación del Refugio. En 1994, BICA presentó a ACDI una propuesta para la delimitación y demarcación del área solicitando apoyo a la AFE-COHDEFOR para comenzar los trabajos de campo y así frenar las invasiones en áreas centrales, demarcándose con 89 hitos, se tomó como base una agrimensura elaborada por el Instituto Nacional Agrario en 1975 (quien había realizado catastro en la isla de Roatán con la finalidad de hacer la declaratoria de zona de turismo de Islas de la Bahía a fin de no ser afectado el departamento por reforma agraria, la declaratoria publicada en el Diario Oficial La Gaceta, se hizo a través del Acuerdo No. 087 de 30 de marzo de 1982). La propuesta fue aprobada el 14 de noviembre de 1994. A partir de esa fecha, la Municipalidad de Santos Guardiola emitió una ordenanza para que todos los propietarios de terrenos presentarán sus títulos de propiedad a fin de ordenar el catastro y verificar la posesión de tierras dentro del área protegida. En el año 1998, se hizo la entrega del primer plano (Mapa) del Parque completamente delimitado.
En el año de 1998 se establece como Acuerdo de Declaratoria del Área de Vocación Forestal mediante resolución GG-PMF-012-98 de la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal (COHDEFOR), ahora ICF, declarando 482.64 hectáreas (ha) de las 500 más o menos, microcuenca de Port Royal desde Calabash Bight hasta Camp Bay, cuyos límites se describen en la declaratoria como zona restringida a la tala, actividades agrícolas, pecuarias e industriales que puedan causar degradación del ecosistema, independientemente del grado de tenencia de la tierra, sobre una superficie de 482.64 ha por la importancia de proveer agua superficial y subterránea a las comunidades de los alrededores del área protegida; Los esfuerzos de protección han logrado convocar en distintos momentos la atención de una diversidad de actores de interés nacional e internacional.
Nos dedicamos activamente a la conservación del Parque Nacional Port Royal, impulsando esfuerzos para proteger su rica biodiversidad. Cada acción que tomamos está enfocada en preservar este tesoro natural para las futuras generaciones, asegurando un legado de sustentabilidad y belleza.
Para el año 2034, ser un Parque Nacional referente de la conservación de recursos naturales de flora y fauna representativos de la Isla de Roatán.
Gestionar de manera responsable los recursos naturales del PNPR, por medio de acciones que permitan la protección del medio ambiente y el desarrollo local.
Establecer los lineamientos para conservar y mejorar la integridad ecológica de los ecosistemas de bosque mixto, agua dulce subterránea, sábanas para el mantenimiento de las especies de flora y fauna en el Parque Nacional Port Royal.
Establecer y ejecutar acciones de protección y manejo y gestión sustentable sobre especies de flora y fauna que están en peligro o amenazadas y otras de interés para la conservación dentro del área protegida.
Promover la implementación de políticas y normativas locales que permitan proteger, conservar y mejorar las condiciones naturales y sociales de los recursos terrestres según su potencialidad e importancia socioambiental.
Promover la investigación científica orientada a la generación del conocimiento de las especies de flora y fauna, el potencial ecoturístico de la zona y la implementación de nuevas alternativas para enfrentar la problemática ambiental, acompañado con procesos de participación comunitaria e incidencia política y socioeconómica del PNPR.
Promover el manejo del área protegida a través de la gestión participativa y la conservación de los recursos naturales.
Fortalecer la institucionalidad de los administradores y comanejadores del área protegida con instrumentos técnicos, normativos, logísticos y financieros para asegurar la ejecución de las acciones establecidas en el plan de manejo.
Conservando juntos el tesoro de Port Royal
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